Comienza la semana y llegamos a mitad del mes. Esta semana será un poco atípica porque ya tenemos a la peque yendo al cole (aunque todavía no irá todas las tardes) y porque además el miércoles operan a un familiar y todavía no sabemos cómo va a ir todo (espero que bien). El caso es que se vienen cambios en las próximas semanas y espero que nos pillen con la fuerza y la entereza suficientes como para afrontarlos.
Yo por mi parte el viernes ya tuve que cambiar mi rutina a una nueva. Llevaba desde que volví de vacaciones a mitad de agosto con una rutina matutina en la que me despertaba, me duchaba y preparaba mis cosas para irme. Tenía 5 o 10 minutos de calma a solas y después me marchaba al trabajo antes de que nadie más se levantara. Pues desde el viernes ya voy a estar con mi hija por las mañanas para preparar el desayuno y prepararla para el cole. Eso hace que ya no tenga ese tiempo tranquilo para mí y además tenga que irme más tarde al trabajo. Por mí encantado porque podré estar más tiempo con ella, pero tendré que ver cómo suplo ese rato de tranquilidad porque de verdad que me gustaba y me hacía empezar el día con más paz mental.
En fin, pedí en el trabajo poder teletrabajar una hora antes de tener que llevarla al cole, a ver si me lo conceden y eso se traduce en poderme marchar antes cada día del trabajo, porque al final llegar tarde voy a llegar tarde igual.
Por el resto de cosas todavía siento bastante descontrol, un poco de desmotivación y un poco de falta de rutinas saludables. En fin, veremos si nos podemos poner con todo eso porque al final yo creo que tiempo sí que hay, lo que falta es la manera de encajarlo todo.
Deja una respuesta