Primer post de bitácora del nuevo blog. Espero escribir más asiduamente en este nuevo espacio.
Llevo una temporada bastante negativa y bastante cansado, con falta de motivación y un poco atrapado por la monotonía y por dinámicas que no me gustan y con las que chirrío. La paternidad sigue pegando duro y parece que tiempos pasados fueron mejores, tanto de antes de ser padre como de antes de que mi peque fuera tan grande como es ahora. Siento que cada día es una lucha y sinceramente hay momentos en los que preferiría tirar la toalla. Pero sé que eso no es lo que realmente quiero así que me desconecto y paso las horas como puedo con la promesa de que mañana será mejor. Aunque todos sabemos que es una promesa ilusoria que depende más del azar que de una verdad inmutable. Hay días mejores y días peores y no siempre sale cara después de haber sacado cruz. En fin, este es el punto vital en el que me encuentro y por el que tengo que pasar antes de llegar al siguiente. Solo espero no quedarme sin “vidas” antes de cambiar de pantalla.
Hay muchas cosas buenas en mi vida cuando me paro y reflexiono. La verdad es que con imparcialidad me puedo considerar un privilegiado en muchos aspectos. Al comenzar el año intenté llevar a cabo un diario de gratitud para así cada día dedicar unos minutos a pensar sobre tres cosas buenas por las que podía dar las gracias, eso al principio del día. Al final de día estaba la segunda parte en la que apuntaba tres cosas extraordinarias (positivas) que me habían sucedido aquel día. Logré llevarlo a cabo durante unos días, creo que no llegó a dos semanas. Pensaba que podía convertirse en una buena práctica que me hiciese ser más consciente de las cosas buenas y que me ayudase a estar más alegre. De momento me siento un poco en el pozo, así que a ver cómo consigo poner orden y paz en mi día a día para que de esta manera tenga menos resistencia a todas las cosas que tengo que enfrentar cada día. Los días tienen 24h y paso una gran parte del mismo perdiendo el tiempo con el móvil y desconectado de la realidad. Debo ser parte activa, retomar el diario de gratitud y tomarme más tiempo para parar y respirar, dejando el móvil a un lado.
Espero que lo consiga.
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