Ahora sí que sí, mañana es el último día de trabajo en una cuantas semanas. Ayer estuve muy liado con los nuevos muebles que trajeron, toda la tarde montando y todavía no he terminado. Me sorprendió mucho el nivel de sofisticación al que llegan los sistemas de auto-montado. Solo digo que me compré una atornilladora de 3,7v (de esas flojas y baratas, pero para montar muebles suficiente) y no la utilicé en todo el rato. En lugar de tener que armar los laterales con la parte superior e inferior y luego clavarle la tapa trasera (como hice hace 5 años con el armario de mi hija), ahora es una sola pieza que se despliega en formar de U. Los travesaños inferiores y las tapas se ponen mediante sistema de “clack” con piezas de plástico… fascinante.
Hoy me toca otra sesión de seguir montando, no sé si podré terminar pero cierto es que me queda un poco menos.
Tengo muchas ganas de poder despertarme sin horario, antes que las demás personas de la casa, para así poder tener un rato en solitario. Prepararme un café, salir al balcón y mirar a la lejanía… divagar y estar en calma.
El tema del café está siendo una gran fuente de placer, puedo decir que me estoy convirtiendo en un experto a la hora de preparar el café en cafetera italiana. Ya pasar del sistema de cápsulas al café molido en cafetera italiana fue una mejora. Pero pasar a café en grano todavía ha sido mejor. Cada mañana muelo el café que voy a usar y si me sobra sé que lo gastaré al día siguiente. He ido probando muchos cafés diferente y eso en parte es también la gracia, ir buscando un café que te guste realmente. Otro punto positivo es la cantidad de café, en la nespresso aunque fuese un café largo no era tanta cantidad como la que me hago con la italiana. El resultado eras café más flojos (por tener más leche) o tazas más vacías. Os animo a probar a comprar una cafetera italiana (ya sea para gas, inducción o vitrocerámica) y un paquete de 250g de café molido y comenzar a probar el cambio.
Aquí os dejo algunos consejos que he ido probando para preparar un café excelente:
- Usa agua filtrada o de botella en lugar de agua del grifo.
- Pesa tanto el café molido como el agua hasta encontrar la relación ideal. Ahora con la práctica ya lo hago a ojo pero creo que al principio usaba 140ml de agua para 17g de café.
- Incorpora a la cafetera agua hirviendo o bien caliente. Tardará mucho menos en salir el café y se reducirá el sabor a quemado.
- Prueba la movilidad de la bola de la válvula de presión (con un cuchillo o un palillo). Ya no solo por seguridad (evita una explosión por el vapor), la cafetera tiene una presión determinada de funcionamiento, esa presión la regula la válvula. Así evita tener demasiada presión y el café saldrá más lento y se extraerá mejor.
- Utiliza un café con un nivel de molido medio. El molido fino es para las espresso.
- Pon el café molido en la embudo sin prensar, simplemente da algún golpecito para distribuir y finalmente enrasa el café con un cuchillo o varilla plana. Nunca presiones el café porque en este tipo de cafeteras sale con mucha menos presión que una espresso y apretarlo dificulta que pase el agua.
- Calienta la cafetera con la tapa abierta, así podrás reducir la condensación en la tapa (menos agua en tu café) y podrás supervisar cuando empieza a salir el café.
- En cuanto empiece a hacer ruido la válvula estate atento a la salida del café. En cuanto veas el primer hilo de café salir aparta la cafetera de la fuente de calor. Verás como así el café sigue saliendo despacio y con más crema.
- Si no te vas a echar todo el café generado mueve siempre con una cuchara antes de servirlo. El café extraído queda con distinta densidad en la cafetera y si lo servimos sin remover las primeras personas pueden recibir la parte más aguada y las últimas la más densa y fuerte. Siempre remover antes de servir, a no ser que te vayas a tomar tú solo toda la cafetera, entonces no importa remover.
Y creo que con eso ya te saldrá un café increíble, con mucho sabor y cuerpo.
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